La decisión del tipo de vidrio o cristal que se instala en una ventana o puerta es muy importante ya que de ello dependerá casi la totalidad del rendimiento. Aproximadamente el 80% de la superficie de una ventana o puerta, es cristal, por lo que la decisión que tomemos en este sentido sera lo que incline la balanza en términos de eficiencia.

Como el componente más expuesto de una ventana, el vidrio ejerce una influencia significativa en el aislamiento térmico del espacio. Funciona como una barrera invisible que protege del entorno exterior, ofreciendo defensa contra el ruido, el frío, el calor extremo y, al mismo tiempo, permite la entrada de la valiosa luz natural y el calor del sol.

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